Declaración Constitucional

POR CUANTO, es el manifiesto propósito de Dios, nuestro Padre Celestial, llamar del mundo un pueblo que ha de constituir el cuerpo o la iglesia de Jesucristo "edificada y establecida sobre el fundamento de los Apóstoles y Profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo", y

POR CUANTO, los miembros del cuerpo, la Iglesia (Ekklesia) de Jesucristo, están ordenados a reunirse para la oración, comunión, consejo, e instrucción de la Palabra de Dios y en la obra del ministerio, para el ejercicio de aquellos dones y oficios espirituales provisto en el Nuevo Testamento; y

POR CUANTO, es evidente que las iglesias apostólicas primitivas, se unieron en tal asociación como un cuerpo representativo de creyentes salvos y llenos del Espíritu Santo, y quienes, a su vez, ordenaron y mandaron evangelistas y misioneros, quienes bajo la dirección del Espíritu Santo pusieron en la Iglesia pastores y maestros; por consiguiente,

RESUÉLVASE, que seamos reconocidos entre nosotros como una fraternidad corporativa de iglesia de fe, doctrinas y practicas netamente evangélica, y llena del Espíritu Santo; y que nuestro propósito no ha de ser usurpar la autoridad de las varias asambleas locales, ni de deprimirlas de sus derechos y privilegios escriturales y locales, sino mas bien, reconocer y promover métodos bíblicos y orden para la adoración, para la santidad y compañerismo, y para trabajar y oficiar en el servicio a Dios; y a su vez también desaprobar todo método, doctrina y conducta anti bíblica, buscando la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz "... hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo...". (Efesios 4:13).

 

 

Declaración de Fé

La Iglesia Evangélica Cimiento de Dios, es una organización estrictamente evangélica, creyente y practicante de las doctrinas Bíblicas. Nos esforzamos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, en practicar la sana doctrina tal y como lo enseñan las Santas Escrituras.

Creemos en un sólo Dios verdadero, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. 

Creemos y aceptamos a Jesucristo como Señor y Salvador personal, hijo unigénito de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por medio del cual todo fue creado; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestros pecados fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras, y ascendió al cielo, y está sentado a la diestra del Padre; y vendrá de nuevo con poder y gran gloria para juzgar a los vivos y a los muertos, y su reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo, nuestro Guiador y Consolador, el cual procede del Padre y del Hijo.      

Creemos que la Biblia es Palabra inspirada de Dios en su totalidad y la aceptamos como única regla de fe y práctica.

Creemos en el bautismo en agua por inmersión, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; a personas adultas que aceptan a Cristo como Salvador personal, con verdadero arrepentimiento. No creemos en el bautismo de niños pues tal práctica es anti bíblica.           

Creemos en el bautismo del Espíritu Santo con sus dones y manifestaciones. 

Creemos en la segunda venida de Cristo, el arrebatamiento de la Iglesia, y en la resurrección de los muertos,

Creemos en la sanidad divina. La liberación de las enfermedades está provista en el Sacrificio Expiatorio de Cristo, y es el privilegio de todos los creyentes. ¿"Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará..."(Santiago 5:14-15; Isaías 53:4-5; Marcos 16:17-18).

Creemos en la premilenial e inminente venida de Cristo para reunir a su pueblo con Él. Esta es la resurrección de los que han dormido (muerto) en Cristo y su traslado juntamente con los que viven, los cuales serán transformados, para encontrarse con su Señor en el aire (1 Tesalonicenses 4:16-17; Romanos 8:23; 1 Corintios 15:51-52).

Sea notorio que después de esto habrá un período de tiempo como de siete años, llamado la Gran Tribulación, cuando el Anticristo será revelado; y terminará este período con la batalla de Armagedón y la revelación de Cristo en gloria, con sus ángeles en llama de fuego y con sus santos (la Iglesia), para ejecutar juicio sobre la tierra. (2 Tesalonicenses 1:7; Tito 2:3; Zacarías 14:19; Judas 14-15)

Creemos en el Reino Milenario de Cristo. La revelación de Jesucristo del cielo, la salvación de Israel como nación, y el reino milenario de Cristo en la tierra, es la promesa bíblica de Dios para el mundo (2 Tesalonicenses 1:7; Apocalipsis 19:11-14; 201:7).

Creemos que el lago de fuego es real, la Palabra de Dios lo afirma. El diablo y sus ángeles, el falso profeta, el anticristo y todos los que no están escritos en el libro de la Vida, serán condenados a eterno castigo en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Apocalipsis 19:20; 20:10-15).

Nosotros, conforme a sus promesas, esperamos Cielos Nuevos y Tierra Nueva en los cuales mora la justicia (2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:22).

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Misión y visión

ir, y hacer discípulos a todas las naciones


La Iglesia Evangélica Cimiento de Dios es una organización que sin fines lucrativos ni utilitarios se dedicará a promover la predicación del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, y cumplir así la gran comisión de: "...ir, y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén" (Mateo 28:19 y 20).

Reconocemos que la Iglesia es el agente principal de Dios en la tierra para anunciar el Evangelio y la expansión del reino de los cielos. Nuestra visión es instruir y formar generaciones basados en las doctrinas bíblicas, afín de perfeccionarlos para la obra del ministerio y la edificación del cuerpo de Cristo. También es parte de nuestra visión promover la salud moral y espiritual de los niños, jóvenes, ancianos, hogares y miembros en general y de todo aquel que se una a la Iglesia aceptando a Cristo por la fe como su único y suficiente Salvador personal.